Por Andrew Korybko
Los cristianos no están siendo maltratados en India, son sólo las bandas de narcotraficantes terroristas-separatistas de Myanmar, que explotan el cristianismo como falso pretexto para sus crímenes, las que están en el punto de mira de las fuerzas de seguridad. El complot estadounidense para crear un Estado cristiano en la región a través de los militantes extremistas kuki fracasará.
El último informe de la Comisión Estadounidense para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés) criticó a India por sus presuntos abusos contra las minorías religiosas, haciendo especial hincapié en las cristianas. Los informes anteriores tendían a centrarse en los musulmanes y, recientemente, en los sijs, siendo los primeros tradicionalmente apoyados por los demócratas estadounidenses, mientras que un terrorista-separatista de los segundos, designado por Delhi, está en el centro de la última disputa indo-estadounidense, como ya he explicado en otro artículo:
“Bangladesh advirtió sobre un complot occidental para crear un Estado cristiano sustituto en la región” a finales de mayo, después de que la primera ministra Sheikh Hasina afirmara públicamente que un país occidental no identificado, que por el contexto se entendía que era Estados Unidos, persigue este proyecto geopolítico por razones militares y estratégicas. El trasfondo se refiere a la violencia que las bandas de terroristas-separatistas kuki cristianos narcotraficantes de Myanmar, donde Estados Unidos respalda a una serie de rebeldes, provocaron en Manipur hace más de un año.
Un mes antes, a finales de abril, “American Evangelicals Spun India’s Border Fence With Myanmar As Anti-Christian” después de que el difunto Billy Graham’s “Christianity Today” publicara un artículo de impacto sobre ese país, que en retrospectiva puede verse como un intento de hacer que los republicanos se amargaran. Por tanto, la narrativa demócrata sobre los supuestos abusos del Estado contra los musulmanes se combina con la emergente sobre los supuestos abusos contra los cristianos para crear un apoyo bipartidista a la adopción de una línea más dura contra India.
Estados Unidos nunca olvidará cómo India rechazó con orgullo una presión sin precedentes para que abandonara a Rusia y se comprometió desafiantemente a redoblar los lazos con ella en su lugar, lo que demostró que este Estado del sur de Asia sigue siendo estratégicamente autónomo en la Nueva Guerra Fría a pesar de sus estrechos vínculos con Estados Unidos. A pesar de que ambos comparten intereses en la gestión del ascenso de China, que en la actualidad se traducen en la reapertura tácita de la “cuestión del Tíbet”, Estados Unidos sigue enfadado con su socio por negarse a convertirse en un apoderado.
Ahí radica la razón por la que la USCIRF ha empezado a hacer hincapié en los supuestos abusos de cristianos por parte de India, ya que esta emotiva narrativa de guerra informativa pretende asegurar el apoyo bipartidista a posibles sanciones futuras del tipo que la comisión recomendó explícitamente en su informe. Aunque sólo sugirieron sanciones selectivas, su posible imposición seguiría toxificando los lazos bilaterales, por no hablar de si Estados Unidos sigue su consejo de sacar este tema en todos los actos bilaterales y multilaterales.
Con estos escenarios creíbles en mente, cuya escritura ya estaba en la pared antes de la publicación del último informe provocativo, el primer ministro Modi decidió visitar Rusia pronto para fortalecer aún más su asociación estratégica especial y privilegiada como una protección contra los problemas indo-estadounidenses. El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Lavrov, también elogió recientemente a India por su enfoque multipolar de las relaciones internacionales, lo que prepara el terreno para que la próxima cumbre Modi-Putin marque un hito en sus lazos.
Las últimas falsas preocupaciones de EE.UU. sobre los lazos tecnológicos indo-rusos, que el cerebro de su estrategia Indo-Pacífica insinuó que podrían impedir la cooperación indo-estadounidense en este ámbito, no disuadirán en ningún sentido de una cooperación más estrecha entre ambos. El gobierno indio ya sabía que Estados Unidos no era de fiar, pero el informe del USCIRF lo demostró sin lugar a dudas en las mentes de su pueblo, que se opone a que lleve a cabo una guerra híbrida contra ellos manipulando las percepciones sobre su civilización-estado históricamente cosmopolita.
Los cristianos no están siendo maltratados en la India, son sólo las bandas de narcotraficantes terroristas-separatistas de Myanmar que explotan el cristianismo como falso pretexto para sus crímenes las que están en el punto de mira de las fuerzas de seguridad. El complot estadounidense para crear un Estado cristiano en la región a través de los extremistas militantes kuki fracasará y Rusia apoyará plenamente a India, incluso mediante el envío de armas y municiones, en la defensa de su integridad territorial frente a la traición de su nuevo socio estratégico.
Fuente:
Andrew Korybko: The US Continues Weaponizing Christianity Against India. 29 de junio de 2024.
